Gaza: fieles decididos a celebrar el Ramadán a pesar de las mezquitas destruidas
IQNA - La comunidad musulmana de Gaza sigue decidida a respetar las tradiciones del Ramadán, reuniéndose en las ruinas de las mezquitas destruidas por los bombardeos israelíes.
La comunidad musulmana de Gaza sigue decidida a respetar las tradiciones del Ramadán y se reúne en las ruinas de las mezquitas destruidas por las bombas israelíes.
Aunque más de 1.000 mezquitas han quedado reducidas a ruinas debido a los ataques israelíes contra la Franja de Gaza desde el 7 de octubre, los fieles siguen respetando las tradiciones y prácticas religiosas con un compromiso inquebrantable.
La mezquita La-Faruq de Rafah, fundada en 1952 y recientemente demolida en un ataque aéreo, se ha convertido en un símbolo de perseverancia.
Lo que alguna vez fue una gran estructura que contaba con una biblioteca y una sala de oración con capacidad para más de 1.500 personas, ahora se alza como un santuario entre los escombros, simbolizando la perseverancia y la resistencia del pueblo palestino.
A medida que se acerca el mes sagrado del Ramadán, los habitantes de Gaza se muestran firmes en su determinación de mantener el culto comunitario. Un ejemplo de esto son las oraciones congregacionales de los viernes, en las que hubo una afluencia sustancial de creyentes que no se dejaron intimidar por la guerra y la destrucción.
Un residente de Gaza dijo al respecto: "Las oraciones nunca cesaron en esta mezquita. Fue atacada por los israelíes por la noche y sin previo aviso".
El hombre reiteró: "Somos inflexibles en mantener el llamado a la oración en voz alta".
La determinación de la comunidad es palpable mientras se adaptan a las condiciones limitadas y difíciles: "Seguiremos ofreciendo oraciones incluso en las calles y en las ruinas", añadió.
La Franja de Gaza ha sido objeto de una brutal guerra de agresión israelí desde el 7 de octubre. Más de 31.000 personas, entre ellas más de 15.000 niños, han perdido la vida hasta ahora en ataques del régimen sionista. El número de desplazados supera los 1,5 millones de personas, sobre una población total de poco más de 2 millones de habitantes.
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