Mustafa Mahmoud (27 de diciembre de 1021 - 31 de octubre de 2009) escribió 89 libros en el campo de la interpretación del Corán y pensamientos religiosos.
Su nombre completo era Mustafa Kamal Mahmoud Hussein Al Mahfouz y era descendiente del Imam Sayyad (p), el cuarto Imam chiíta.
Nació en la Gobernación de Menofia y luego la familia se mudó a Tanta. Vivía en una casa que estaba al lado de la Mezquita Sayed al-Badwi y la mezquita tuvo una gran influencia en sus pensamientos durante toda su vida.
Comenzó a aprender árabe y recitación del Corán y luego memorizó todo el Corán en la escuela. Dejó la escuela después de ser castigado por un maestro, pero regresó después de tres años y retoma sus estudios. Esta vez mostró un gran talento en diferentes lecciones y después de graduarse de la escuela secundaria fue a la universidad de medicina de El Cairo.
Tuvo que abandonar los estudios universitarios durante tres años a causa de una larga enfermedad. Estos tres años también tuvieron grandes efectos en su pensamiento. Más tarde reanudó sus estudios y se graduó de la universidad de medicina.
Después de algunos años de actividades en la profesión médica, comenzó a estudiar religiones, el Sagrado Corán y la relación entre la ciencia y la fe.
Su libro más famoso, "The Qur'an: An Attempt at Modern Understanding" (El Corán: un intento de comprensión moderna), se publicó en 1970. En este libro, Mustafa Mahmoud intenta ofrecer una nueva interpretación basada en los desarrollos modernos y de acuerdo con las necesidades actuales. Discute temas como la creación, el determinismo, Halal y Haram y la resurrección en este libro.
Intenta demostrar el gran alcance del milagro del Corán y, en base a eso, introduce una nueva comprensión e interpretación de los versos. El libro puede considerarse como un esfuerzo por ajustar la esfera espiritual con la material. Dice que la humanidad vive en dos mundos atractivos: El mundo interior del libre albedrío y el mundo exterior del determinismo en el que las leyes fijas han encadenado a los seres humanos y el único camino de salvación para ellos es reconocer las leyes y adaptarlas y emplearlas con prudencia.